CASI TREINTA AÑOS ATRAS
…dejamos de reposar en su pecho
olvidamos olores, brazos fuertes,
no echamos de menos la compañía, los besos
¡Crecimos, el mundo se hizo grande!
No desvelamos más,
dormimos sin miedo a la noche
y a la soledad escondida
Mientras le saco un cólico a Elías Francisco, mientras le canto, lo abrazo o simplemente cuando lo contemplo, me es imposible no trasladarme casi treinta años atrás, los primeros días de mi vida, Recuerdo esas horas (que talvez olvidó mi conciente) cuando de seguro me sentía protegido en brazos de mis papás, cuando sus voces eran augurios de buenos momentos. Ver cuanto amamos a Elías solo hace recordarme cuanto me quisieron a mí también.
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Julia -