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HISTORIA DE NADIE Y DE TODOS

CARLOS SALAZAR HERRERA

 

 Corrían mis años de infancia, días de escuela, de juegos y paginas desconocidas!

 Cuando mi maestra - La de todos los días- tuvo que ausentarse, y entonces acudieron a  una maestra pensionada, de esas que amaban su profesión, que vivía a cincuenta metros de la escuela.

Tenia cara de pocos amigos, me parecía inmensa, para mi era un gigante, hoy me doy cuenta que si acaso tenia metro setenta de estatura, seguro ayudaba sus zapatos altos.

Se sentó  y nos dijo: han escuchado cuantos de angustias y paisajes de Salazar Herrera?

El silencio fue unísono! Y yo en mis adentros  ¡ Que pereza!

 

Y empezó a contarlo!.

 Recuerdo que aquel día nos relató por lo menos cuatro, el puente, el temporal, el grillo....

Aquel día fue mágico,  aun recuerdo los pupitres y toda mi atención se centró en aquella desconocida, que me trasporto en pocos minutos a un horizonte desconocido, un nuevo mundo.

En ese momento creí que avanzaba, que la hora de no ser  más un niño había llegado, dejaba los cuentos de mi abuelo y mama, esos de pinocho, de caperucita ...

Sabia que ya era grande por eso   ¡Ahora tocaba leer cuentos de grandes!. Y es eso lo que me llamo la atención de Salazar, su narrativa era  sencilla, era tanto para un niño como para un adulto.

 La obra de Carlos Salazar Herrera  refleja paisajes, sociedades y lenguajes de diferentes regiones de Costa Rica

Las características realistas de los cuentos de Salazar se reflejan con los diálogos campesinos.

Los Cuentos son pequeñas escenas en conjunto que provienen de una cotidiana realidad costarricense Los personajes de clase media baja pasan a ser importantes en el relato, un relato con lenguaje popular.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     

Por eso hoy quiero analizar y recordar uno de esos cuentos...

 

El Temporal

(Cuentos de Angustias y Paisajes)

Trata sobre un hombre llamado Pacho, un campesino que habita en un rancho en medio de la selva. En el relato se describe la selva y las voces que pintan aquel  lugar ("Alrededor, crecen los cedros machos...y los palmitos...", "...Un grito de congo...").

Aquel hombre, que se describe como callado, se hallaba dentro de su rancho. La pasaba con flojera y fastidioso, se menciona también que tenía una yegua blanca, era lo único que amaba aunque tenía.

 "El hombre y la bestia eran una sola cosa. Aquel temporal ya había empezado, con lluvia pareja ("...el temporal con necedad de chicharra"). La lluvia era terrible, arrasaba  hasta con la vegetación  ("...daban saltos los desaguaderos. Los árboles se gibaron y tembló de miedo el rancho. ¡El temporal!").

Pacho se siente cansado, harto le alteraba los nervios ("El temporal se le estaba metiendo en todas las ramificaciones de los nervios"). De un momento a otro salió del rancho junto a su inseparable yegua sin despedirse, la mujer los vio partir.

El campesino y la bestia entraron en la selva, llovía sin humanidad y el viento vapuleaba en toda la montaña. Pacho iba en busca de José, un hombre que le debía dinero de la última entrega de carbón. Cruzó un río muy crecido, luchando contra la corriente ("los dos respiraban con las narices hinchadas y los pescuezos estirados en alto"). En eso vio que sus sembradíos se habían perdido y recordó que José ya le había pagado.

"¡Maldito temporal!..." La corriente los empujaba con mucha fuerza, y no vió más su animal,  ("La vio golpeándose contra las piedras y los árboles orilleros, envuelta en un remolino del codo...y no la vio más").

Pacho lamentaba la pérdida de su animal ("¡Pobre yegüita mía!...¡Cuatro partos!") y se quejaba de la incapacidad de su esposa de darle hijos ("En cambio mi mujer...¿Para qué vivir sin mi yegüita?...") Entonces, se soltó de la rama que lo mantenía con vida y se dejó llevar por las aguas azotadas.

No aguanto más tanta tristeza, hay que recordar que la yegua y él eran una sola cosa

Y termina: ( MALDITO TEMPORAL ... QUE LE HABIA MOJADO EL SISTEMA NERVIOSO!...

 

"Por la rendija de dos nubes, se asomo un instante el sol a mirar lo que pasaba "

 

Todavía igual que hace dieciséis años, escuchar o leer este relato se clava en mí, y  provoca este sentimiento de angustia, y de respeto para aquel hombre Pacho.

Y me pregunto por que soltarse, pero solo así entiendo, cuanto amaba su yegua, esa que tenia varios partos, esa con la cual se hizo uno. Y cuanto le altero el sistema nervioso ese "Maldito temporal"  

Un cuento para volver a leer...

2 comentarios

Anónimo -

Romanos 10:9-10; 13
9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación
13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.

"Por favor amigo, sino los has hecho, házlo ya, si quieres ser salvo delinfierno."

rebe -

ocupo un cuento que se llama el calabazo