Alvin Villavicencio "Chamorro"
Luego de haber demostrado su valía como jugador en la selección Infantil y juvenil de Costa Rica, lo hice prometer que cuando estuviera jugando con Liga Deportiva Alajuelense me iba a regalar una camisa que le dieran a él; En esos días ya habían rumores de que la dirigencia manuda al igual que otros clubes tenían un interés real en aquel joven que despuntaba con un talento envidiable, él con una expresión de sonrojo, que denotaba su humildad simplemente esbozó un “esta bien” cerrando una promesa, que según yo mas temprano que tarde se daría.
Una lesión y otras circunstancias no lo dejarían jugar con un equipo grande de Costa Rica, donde todos pensamos sería solo un trampolín para dar un paso a un equipo extranjero.
No estoy diciendo que era un intimo amigo, pero si compartimos algunos momentos, que me dan la capacidad de describirlo como una persona de sobrada humildad, de hecho cuando se le hizo el desfile de bienvenida a Santa Cruz, luego de una buena labor en uno de los dos mundiales, algunos quisieron robarse elogios, mientras él siempre centrado, humilde.
La primera vez que oí hablar de él, fue cuando jugaba en la escuela, cuando lo vimos tuvimos algún recelo en que aquel niño dos años menor, pequeño y un poco robusto, fuera realmente lo que nos habían adelantado. Bastaría que tocara el balón en dos ocasiones para confirmar que estábamos frente un niño sobrado futbolísticamente. Luego lo enfrentamos en varias ocasiones, compartimos en algunos partidos y equipos, para luego verlo con quince años, comandar un equipo lleno de jóvenes hasta cuatro años mayores, que ganarían la medalla de oro en los Juegos Nacionales. Ahí daría un salto a las selección infantil, y todo parecía era el comienzo de un gran currículo como futbolista. De aquelmismo equipo Santacruceño saldría el portero Lester Morgan que años después cuando jugaba en primera división decidiera quitarse la vida.
Alvin Villavicencio Chamorro, para muchos de nosotros simplemente “Chamorro”, era de esos jugadores que simplemente había que darle el balón, recuperarlo y dárselo porque el no se ponía nervioso con la redonda, el sabia que hacer, parecía que había nacido para estar siempre con la bola en los pies. Dentro de la cancha parecía no tener “techo”, parecía que creí que era invencible, fuera de la cancha podía pasar cualquier cosa, dentro se sentía cómodo teniendo la presión, gambeteando, parándose con fortaleza.
Chamorro, jugó en primera para Santacruceña, Guanacaste, pero nunca con uno de los dos equipos grandes de Costa Rica, tampoco pudo jugar en el extranjero como se especulaba. Participó en dos mundiales: Infantil y juvenil; Recuerdo que jugadores como Carlos Castro y otros ( hoy en primera), eran banca en aquel equipo donde entre los más sobresalientes estaba Alvin. No llegó a jugar en la selección mayor, como muchos de sus compañeros, (con todo respeto) que si lo hicieron no teniendo la capacidad futbolística innata que él hacia alarde.
¡Cosas de la vida!
El quince de agosto, Chamorro murió, allá afuera, donde no podía burlar al rival con maestría, perdió, fue golpeado y sin balón.
Descansa en Paz,