GRACIAS
Por desatar mí fe, quebrando lo que fue mi orgullo
Por cada derrame de paz sobre mi pecho
Por cada espacio que inventas y llenas
Por lo dulce y lo amargo de la vida
¡Por el amor!
Por tu sonido y tu silencio preciso
Por serlo todo sin reservarse nada
Gracias por el sacrificio,
por morir y resucitar a diario
Por mostrarte en lo pequeño, por revelarte en las grandes cosas
Por tu voz... ablando a mi oído
Y por mi voz... callada,
tu sabiéndolo todo
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