Niñas y niños del 48 escriben

 

 

 

 

Los sucesos de 1948, son recordados por quienes fueron niños y niñas en aquel tiempo. Estas narraciones son especiales, donde con elementos propios del mundo infantil recogen lo vivido. Reflejan el sentimiento de aquellos, que sin querer ni propiciar dicho conflicto,  se vieron inmersos en el caos que provocó.

Este libro fue publicado por la Editorial Universidad de Costa Rica, con apoyo de la Escuela de Historia para América Central, del Banco Popular y de la Asamblea de Trabajadores del Banco Popular. En él se recopilan 86 historias en dos Tomos, ordenados por provincias.

En las mil páginas podemos encontrar historias de conocidos personajes, así como hijos de quienes eran peones, agricultores, hijos de excombatientes de uno y otros bandos.

Al leer estas historias llenas de paisajes de la Costa Rica de aquellos días, las peripecias de sus familiares y de ellos mismos,  usando el ingenio para  hacer escondites, buscar cuevas, construir refugios improvisados. Las migraciones donde otros parientes para evitar el peligro, en fin la zozobra y las penurias del año de mil novecientos cuarenta y ocho y los cambios después de esa fecha. En fin son dos tomos plagados de estampas, y retratos de una epoca que muchos no vivimos, pero gracias a estos relatos  conocimos. 

Si bien es cierto, esta guerra fortaleció el sistema democrático, pero  no se niega que dejó huellas, odios y rencores que algunos todavía guardan, nota aparte la solidaridad que emergió en medio de aquella tristeza. Es importante mencionar el surgimiento de la mujer, ama de casa, esposa, que toman la batuta de familias enteras, familias sostenidas por esas señoras colmadas de astucia.

Con estas narraciones se notan los cambios en que sin querer se vieron sumergidos los niños, que solo querían jugar, y ven como sus amiguitos, vecinos y  compañeros, de un momento a otro se tornaron enemigos.

Podemos extraer también como algunos reflexionan sobre lo lejos que quedaron esos odios y mas bien entienden que muchos solo conocían la mitad de la historia, una cara de la moneda y que tanto vencidos como vencedores sufrieron, de un lado y de otro hubo dolores.

Todos,  tantos los de un lado como los del otro eran Costarriceses, que a través de la vida se van uniendo, y van derribando viejas rencillas heredadas, para construir la Costa Rica que conocemos hoy en día.

¡Conflicto de 1948, una historia para no olvidar y sí para progresar!