CADA MAÑANA

Vuelvo a creer en mí.

Vuelvo a tener fe en la tierra que cultivó mi abuelo.

En el corazón humano, en la razón que parió siglos de educación

Creo ahora en la mano, pero en la mano callosa de trabajo

Vuelvo a creer en la palabra hecha ejemplo, no en la que vuela y se atasca en el barro añejo .

Tengo fe nuevamente en mí, en mi tierra, en el campesino, en su hablar sencillo en su trabajo tenaz, pero sobretodo en su nobleza.

Tengo ahora fe en mis antepasados, en mi tierra y en el agua que la riega